PRUEBA DE AMOR
de Manuel Castaño.
Foto: Manuel Castaño
La primera vez que apareció sobre el tejado
del quiosco de prensa aquel enorme oso de peluche todo el mundo pensó que se
trataba de la tontería de algún bromista. Paco, el vendedor de periódicos, tuvo
que pedir ayuda al servicio de limpieza del ayuntamiento para que lo retiraran
y lo llevaran al punto limpio.
La segunda y sucesivas veces que apareció el
oso, los vecinos y viandantes de la plaza empezaron a pensar que se trataba de
una excentricidad de Paco. Y éste, que no podía entender cómo volvía a
aparecer, pensó que era mejor dejarlo allí arriba. Y así lo hizo.
Una
noche se escuchó un -¡te quierooooo!- por toda la plaza. Fue la misma noche en
que María, la que fuera antes niña y ahora mujer, se percató desde su balcón,
al que apenas salía, de la presencia de su ajado oso de peluche sobre el
quiosco de Paco. Aquel que días atrás abandonó en el contenedor de basura.
MANUEL CASTAÑO. O Manuel Légolas como también
gusta llamarse en esto de los cuentos, es extremeño de nacimiento y alcalaíno
de adopción. Gusta de comer y beber bien. Y de contar cuentos. Y las tres cosas
procura hacerlas en compañía. Comer y beber con cualquiera que le preste
estómago o paladar. Y contar suele hacerlo con Carmen Fernández, o Carmen
Légolas.
Si quieres saber más porque aún no le conoces, pincha aquí