REÍMOS
de Manuel Légolas
de Manuel Légolas
Cuando faltó el abuelo, la abuela pensó que era mejor ir a buscarle. Primero se desmemorió, después abandonó su cuerpo, pues aunque sus huesos empezaron a aparecer bajo la piel, todos sabíamos que ella ya no estaba aquí.
Una tarde nos dijo a todos que le preparásemos su vestido de novia, aquel con el se casó con el abuelo, porque esa noche él vendría a buscarla, y se casarían de nuevo. Reímos.
A la mañana siguiente la abuela amaneció dormida entre el tul rasgado y mohíno de su vestido de boda. Pero todos supimos que ella ya no estaba aquí. Se había ido a casar.
Manuel nos deja sabores agridulces, cuenta desde hace años en el colectivo Légolas: www.legolas.com.es