17 de enero de 2017

cuento de enero



ÉRASE OTRA VEZ

de Raúl Vacas
  
Ilustración de Sandra Prim

Y un día de verano, al mediodía, Caperucita se quedó en la casa, echó un par de costillas en la brasa y puso el brécol al bañomaría. Comió, fregó, se dio una ducha fría, se puso el camisón de fina gasa, llamaron a la puerta y dijo pasa, creí que no venías, vida mía.
Luego de rematar la sobremesa, llevó a su cama al joven cazador y, en bragas, le propuso ser su presa.
Después él le quitó el sujetador pero ella le advirtió con voz francesa: ¡Son cinco de los grandes, por favor!

 Foto de Daniel Mordzinski
RAÚL VACAS
Licenciado en Ciencias de la Información y Diplomado en Educación Social.
Raúl coordina e imparte talleres de escritura creativa y animación a la lectura  en colaboración con editoriales, centros de profesores, bibliotecas, colegios e institutos, o través de internet. También participa en varios programas de fomento de la lectura del Ministerio de Educación y desempeña labores de edición y gestión cultural. En sus ratos libres escribe libros de poesía para niños y jóvenes. Entre ellos destacan Niños raros (SM) y Esto y ESO (Edelvives).
Si quieres saber más sobre él entra en este enlace.


SANDRA PRIM
Sandra es una artista multidisciplinar tanto a nivel plástico como encima del escenario. Su formación va desde la ilustración a la construcción y manipulación de títeres hasta la narración oral o el clown.
Una aventurera incansable en lo que se refiere a la investigación en territorios creativos, profesional implicada en cada proyecto que elige.
Si quieres saber más sobre ella entra en su blog.

1 comentario:

Antonia dijo...

No es muy infantil este cuento de enero.

Yo pienso que las actividades infantiles no siempre tienen que tener una utilidad, pero sí que es cierto que en ocasiones merecen más la pena los espectáculos de cuentacuentos que tienen un trasfondo.

Viendo un artículo de esta semana en El Mundo sobre cuentos infantiles para dormir. El artículo es este:
http://www.elmundo.es/sapos-y-princesas/2017/01/14/587a8e98ca474190638b4592.html

... me gustaría contar que hace un par de meses fui con mi niño de 4 años a ver un Cuentacuentos que trataba precisamente de eso, de que todos los presentes nos quedáramos allá mismo dormidos.

Creo que se titulaba "Quedate dormido en tu camita". El suelo estaba lleno de mantas y cojines para que todos nos tumbáramos. Y la chica que contaba el cuento pasaba por encima de toda la gente, que era un montón, porque la sala estaba llenísima.

Estaba basado en dos libros que aparecen en ese artículo del Mundo:
El libro titulado "Mi camita" y el libro titulado "Todos bostezan".

Ciertamente a mi niño le encantó, y me sorprendió mucho porque pidió dormir esa noche en su camita, que era un poco la finalidad de ese espectáculo.
Así que me hice con esos dos libritos y la verdad, mi hijo casi cada noche duerme en su cama. Le hemos puesto a la cama unos ojos y una boca como la del cuento y se duerme feliz.

Al leer ayer el artículo del El Mundo, quería contar esta experiencia, que realmente fue muy enriquecedora.