31 de julio de 2015

cuento de julio



MAYE

de Mario Caballero


Ilustración de Tamara Mendaza

     Mi abuela tenía el pelo blanco, la cara llena de arrugas y unos ojos verdes que me recordaban a un campo de cereales en primaver.
     En la despensa tenía tarros de cristal que tapaba con una tela blanca y un hilo, en ellos metía recuerdos para los días que no se acordaba. Era fácil que al abrirlos aparecieran en el techo imágenes de niños bañándose en el río, se escucharan ladridos, sonidos de una orquesta donde su madre tocaba la tuba o palabras de mi abuelo que se fue primero. Guardaba vientos frescos para los calores de agosto, cantos de chicharra y olores a hierba de su pueblo. Un papelito en el que pedía a los Reyes Magos ser feliz y llegar a vieja. Uno que nunca abrió donde guardaba todos sus miedos.
     Coleccionaba recuerdos buenos, los malos intentaba olvidarlos todos los días.

MARIO CABALLERO
Mario dice que la noche en la que vino al mundo en su casa había perdices para cenar, que se crió en una casa grande junto a su hermana y sus cinco primos a los que considera hermanos. Cuando alguien le preguntaba qué quería ser de mayor, respondía “de mayor quiero seguir jugando”. Y lo ha conseguido porque ha hecho de su oficio un juegp. Entre palabras, libros y títeres pasa los días jugando la vida.

Si quieres saber más sobre él entra en este enlace.

TAMARA MENDAZA
Tamara se enamoró del dibujo desde pequeña, dibujaba para desconectar del mundo. Se enredó en dibujo y el dibujo se enredó a ella, y de ahí al arte, y del arte al diseño de moda. Ilustrar para ella es otra manera de contar historias en la que se siente cómoda. Y así es posible encontrar a Tamara enfundada en un mono de trabajo bailando los materiales, cantando las formas, o con una falda y una blusa a cuadros bailando swing.

Si quieres saber más sobre ella entra en su blog.
Y no te pierdas la serie de ilustraciones que ha hecho sobre las abuelas,Franela.

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